El Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) ha expresado su profunda decepción por los resultados de la COP29, celebrada en Bakú, en particular por el Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (NCQG por sus siglas en inglés) sobre la financiación de la lucha contra el cambio climático, que se aprobó a pesar de las importantes objeciones de los países en desarrollo.
La presidenta del CIE, Dra. Pamela Cipriano, declaró
«Las naciones en desarrollo pidieron 1,3 billones de dólares anuales, lo que ya era una estimación conservadora, y los países ricos respondieron con menos de una cuarta parte de esa cantidad. Las naciones ricas más responsables de la crisis climática han incumplido sus obligaciones del Acuerdo de París al impulsar un acuerdo que es totalmente insuficiente para permitir una transición climática justa y apoyar a las naciones más vulnerables del mundo para hacer frente a los devastadores impactos ambientales a los que se enfrentan. Los países menos desarrollados tienen razón al llamar a esto una traición, que sacrifica la salud y la supervivencia de sus poblaciones.»
Antes de la conferencia, el CIE hizo suyo un llamamiento conjunto de la Alianza Mundial sobre el Clima y la Salud (GCHA) en el que se instaba a los dirigentes a comprometerse a poner fin a la expansión de los combustibles fósiles, pasar a las energías renovables y asegurar la financiación de las ambiciosas medidas necesarias para hacer frente al cambio climático, que el CIE ha calificado, en su declaración de posición, como «la mayor amenaza sanitaria que afronta la humanidad, con profundas repercusiones para la salud y el bienestar humanos».
El CIE también expresó su frustración por los limitados avances en términos de compromisos tangibles para la eliminación progresiva de los combustibles fósiles, el principal contribuyente al cambio climático y una de las principales causas de daños para la salud, desde enfermedades respiratorias hasta problemas de salud mental exacerbados.
Howard Catton, director ejecutivo del CIE, declaró:
«Al comienzo de la COP29, el presidente de Azerbaiyán llamó a los combustibles fósiles 'un regalo de Dios': nosotros decimos que la salud es el mayor regalo y uno que con demasiada frecuencia damos por sentado. Si nuestros dirigentes lo olvidan, todos seremos fósiles. Por eso debemos invertir en nuestros profesionales de enfermería que están en primera línea en la batalla contra el cambio climático».
Como reflejo de la importancia de la voz de la enfermería en la acción por el clima, asistieron varias enfermeras, entre ellas Cara Cook, Directora de Programas de la Alianza de enfermeras para entornos saludables (ANHE), y Charlotte McArdle, Jefa Adjunta de Enfermería de Inglaterra, antigua alumna del Global Nursing Leadership Institute del CIE, que asistió como representante de Sigma Nursing UN. La Dra. Gill Adynski, analista de enfermería y política sanitaria del CIE, siguió las sesiones a distancia.
La Dra. Cipriano añadió
«El personal de enfermería sabe que detrás de cada estadística sobre el cambio climático hay millones de personas reales que sufren. Cada día atienden a pacientes adultos mayores que se desmayan durante las olas de calor, a niños que luchan por respirar debido a la contaminación atmosférica o a los incendios forestales, y a comunidades enteras devastadas por inundaciones y tormentas, todo ello dentro de unos sistemas de salud cada vez más sobrecargados. Financiar un personal de enfermería fuerte y resistente que pueda liderar los esfuerzos de prevención y mitigación del cambio climático debe ser una prioridad absoluta.
Por fin estamos viendo un mayor reconocimiento de la salud como argumento para la acción climática en la COP: el año pasado tuvimos la Declaración sobre Clima y Salud y este año, la recién formada Coalición de Continuidad de las Presidencias para el Clima y la Salud. Pero el reconocimiento no basta. Sin una acción decisiva, veremos más enfermedades y muertes evitables y más sistemas de salud desbordados, sobre todo en los países en desarrollo y en las pequeñas naciones insulares, que son los que más sufren los daños.
El CIE hace un llamamiento a los líderes mundiales para que aporten urgentemente la ambiciosa financiación climática necesaria para proteger la salud mundial y construir sociedades equitativas, sostenibles y resistentes al cambio climático. La salud de nuestro planeta y de su gente no puede esperar».