136 asociaciones nacionales de enfermeras (ANE) miembro, en representación de los 28 millones de enfermeras en todo el mundo, instan a los gobiernos, sociedad civil y proveedores de atención de salud a actuar y rendir cuentas sobre la creación y el mantenimiento de sistemas sanitarios que sean seguros, asequibles y accesibles.
Somos audaces al manifestarlo porque es un requisito fundamental para el cumplimiento de los derechos humanos. El Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales ha declarado que la “la salud es un derecho humano fundamental para el ejercicio de otros derechos humanos. Todo ser humano tiene derecho a disfrutar del mayor nivel posible de salud que le permita tener una vida digna” (United Nations Human Rights Office of the High Commissioner, 2000).