Los nuevos datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) apuntan a que 115 000 trabajadores sanitarios fallecieron por la COVID-19 entre enero de 2020 y mayo de 2021. El Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) considera el número de muertes una acusación condenatoria de su fracaso a la hora de cumplir con su deber de ocuparse de proteger a su personal más esencial. En ese periodo de tiempo, los gobiernos informaron a la OMS de menos de 7 000 muertes de trabajadores sanitarios, cifra que seguidamente esta analizó gracias al apoyo de otras organizaciones como el CIE. El análisis realizado ha llegado a la estimación de 115 000 fallecimientos en todo el mundo, si bien el CIE advierte que se trata de un cálculo conservador de la cifra real de trabajadores sanitarios fallecidos.
La Presidenta del CIE Annette Kennedy ha declarado: "Durante muchos meses, el análisis del CIE de la información proveniente de nuestras Asociaciones Nacionales de Enfermería miembro sobre los contagios y muertes de enfermeras fue una de las únicas fuentes de datos a disposición. El CIE lleva más de un año presionando a los gobiernos para que recaben esta información y la envíen a la OMS, aunque muchos no lo han hecho. Ver las cifras por escrito confirmando que han muerto más de 115 000 trabajadores sanitarios, muchos de ellos enfermeras, es terrible, especialmente porque sabemos que es probable que la cifra final sea aún más elevada".
La Sra. Kennedy ha añadido que la COVID-19 está teniendo un efecto devastador en la fuerza laboral de enfermería y ha llevado al mundo al borde de una crisis de la enfermería global.
"Todos conocemos la escasez de seis millones de enfermeras que ya existía justo antes del azote de la pandemia. Pero la COVID-19 se ha sumado al problema y ahora vemos señales de un éxodo más que comprensible de la profesión en un momento en el que la evidencia apunta a un déficit de 13 millones de enfermeras en 2030. Necesitamos ver un esfuerzo global concertado para afrontar este problema antes de que sea demasiado tarde porque de no realizarse desaparecerán servicios de salud, y los hospitales sin enfermeras terminarán siendo simplemente edificios para los enfermos".
El Director General del CIE Howard Catton, que fue asesor técnico en relación con el análisis de la OMS sobre los datos de los trabajadores sanitarios, ha declarado que es una vergüenza que los gobiernos no hayan facilitado datos disponibles inmediatamente y recabados a nivel central sobre las tasas de contagio y mortalidad de los trabajadores sanitarios sanitarios desde el comienzo de la pandemia.
“Es vergonzoso que los gobiernos sigan sin recopilar sistemáticamente datos estandarizados sobre los contagios y fallecimientos de los trabajadores sanitarios. En el periodo objeto de este informe, los gobiernos han notificado a la OMS menos de 7 000 muertes en este colectivo cuando sabemos que la cifra real es muy superior. Francamente, demuestra que no se están tomando el tema en serio.
¿Dónde está la indignación moral por la muerte de decenas de miles de trabajadores sanitarios a causa de una enfermedad de la cual deberían haber sido protegidos? Por desgracia, resulta horrible que parezca cierto el antiguo dicho de que la muerte de una persona es una tragedia pero la muerte de miles de personas no es más que una estadística en relación con nuestras enfermeras. Las enfermeras y sus colegas solo estaban haciendo su trabajo y han terminado sacrificando su propia vida".
Para más información, haga clic en: https://www.who.int/news/item/20-10-2021-health-and-care-worker-deaths-during-covid-19
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