El Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) se suma a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para conmemorar el Día Mundial de la Salud y su tema Nuestro planeta, nuestra salud, que pone énfasis en el vínculo inextricable entre la salud humana y el entorno que todos compartimos.
Las realidades del calentamiento global, junto con la pandemia y situaciones geopolíticas nefastas en numerosas partes del mundo, ponen de relieve que nunca ha sido más necesario invertir en enfermería y atención de salud. Al igual que la salud nunca se puede dar por descontada, tampoco podemos ignorar el potente efecto que pueden tener las enfermeras para mitigar el cambio climático y apoyar a las personas y comunidades en todo el mundo para adaptarse a sus consecuencias.
La Presidenta del CIE, Dra. Pamela Cipriano, ha declarado: "Las enfermeras están siendo testigos en primera persona de los efectos del cambio climático en la salud de las personas, en particular el empeoramiento de las enfermedades respiratorias, los efectos del calor extremo, la interrupción de las fuentes de alimentos y la mayor mortalidad de niños menores de cinco años por enfermedad diarreica a causa de la falta de suministros seguros de agua. Sus efectos se sienten en todo el mundo pero sobre todo por parte de las poblaciones en países de renta baja, lo cual es otro ejemplo de las grandes desigualdades que hay que abordar.
Tenemos que resetear nuestros sistemas de salud ampliando de forma masiva el tamaño de la fuerza laboral de enfermería e invirtiendo en formación, puestos de trabajo y liderazgo de enfermería de manera que haya más enfermeras con capacidad de influenciar el panorama general de los cambios necesarios. Las enfermeras están preparadas para realizar su contribución pero, para evitar una crisis climática global catastrófica, los gobiernos han de actuar seriamente en relación con los compromisos alcanzados en la reunión de la COP26 el año pasado, al igual que en otros aspectos".
El Director General del CIE Howard Catton ha añadido: "Sabemos que la pandemia y las tensas situaciones geopolíticas en todo el mundo representan una mayor dificultad de los gobiernos para invertir en la lucha contra el calentamiento global y, lo que también es importante, en la enfermería y la atención de salud más en general.
Estamos de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud en que los gobiernos han de poner el bienestar y la equidad en el corazón de su planteamiento y para lograr este objetivo es necesario dedicar un gasto en salud suficiente y sostenido en todas sus actuaciones. Somos más que conscientes de las graves repercusiones de que no lo hagan".
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