El Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) ha publicado sus nuevas directrices sobre la enfermería de salud mental como parte de su misión de mejorar los cuidados de salud mental a nivel global.
En todo el mundo, las personas se enfrentan a retos sin precedentes que están teniendo un impacto negativo significativo en su salud mental y su bienestar.
Las nuevas directrices del CIE representan su compromiso de ayudar al personal de enfermería a prestar cuidados de enfermería de alta calidad, éticos y compasivos a las personas con problemas de salud mental en todo el mundo.
Están diseñadas para mejorar la coherencia y la calidad de los cuidados prestados, y para proporcionar una hoja de ruta para que el personal de enfermería pueda abogar por las mejores prácticas, políticas sólidas y un mejor acceso al desarrollo profesional y a las oportunidades de formación.
La presidenta del CIE, Dra. Pamela Cipriano, ha declarado que las directrices mejorarán los cuidados prestados a las personas con trastornos mentales, que a menudo no reciben tratamiento.
La Dra. Cipriano compartió: "Vivimos en una época de desafíos sin precedentes que están teniendo un impacto negativo significativo en la salud mental y el bienestar de las personas. Mientras que el 50% de nosotros desarrollará una enfermedad mental en algún momento de su vida, más del 70% de las personas con trastornos graves de salud mental y consumo de sustancias no recibe ningún tipo de tratamiento. Además, sabemos que es fundamental respaldar sistemáticamente la salud mental y el bienestar del personal de enfermería y otros profesionales de la salud, sobre todo porque muchos de ellos aún se están recuperando de los efectos de la pandemia.
Los profesionales de enfermería desempeñan un papel fundamental en la prestación de cuidados compasivos y centrados en la persona, esenciales en sistemas de salud con capacidad de respuesta. Estas directrices asisten a la práctica profesional de la enfermería de salud mental y fomentan acciones informadas entre los profesionales de enfermería, los responsables políticos y las organizaciones de la salud".
Las directrices fueron elaboradas en colaboración con expertos en enfermería de todo el mundo. Incluyen recomendaciones que orientan sobre el mantenimiento y la mejora de la calidad y la prestación segura de los cuidados de salud mental.
Están dirigidas a todo el personal de enfermería, incluidos los que trabajan en entornos de atención sanitaria general y los que trabajan en servicios especializados de salud mental.