Cuando el mundo celebra el Día de la Cobertura Sanitaria Universal 2024, el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) hace un llamado urgente a realizar inversiones audaces y sostenidas en enfermería, atención primaria de salud y protección financiera, como pilares fundamentales para alcanzar la cobertura sanitaria universal.
A poco más de cinco años de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 de las Naciones Unidas y las metas de cobertura sanitaria universal, el CIE subrayó que, sin una acción urgente para financiar cuidados asequibles, fortalecer los sistemas de salud y reforzar la fuerza de trabajo, el mundo no estará en condiciones de cumplir su promesa de salud para todos.
La presidenta del CIE, Dra. Pamela Cipriano, es copresidenta del Comité Directivo de UHC2030 y presidió ayer el emblemático acto del Ayuntamiento de UHC2030, que reunió a jóvenes defensores, parlamentarios y líderes de la salud para debatir sobre los progresos y los retos de la UHC. La Dra. Cipriano destacó la urgente necesidad de invertir en una atención accesible tanto para las generaciones actuales como para las futuras, señalando que las decisiones de hoy determinarán las realidades de los sistemas de salud del mañana. Subrayó la importancia de traducir los compromisos políticos en acciones tangibles que hagan accesible la asistencia a todos, en todas partes.
En su discurso de apertura, la Dra. Cipriano destacó que las garantías financieras de los servicios de salud se han deteriorado en el 70% de los países en las últimas décadas, erosionadas aún más por la pandemia y las crecientes desigualdades mundiales. Esta es la razón por la que este Día de la CSU se centra en la protección financiera y por la que el CIE hace un llamamiento a los líderes para que eliminen las barreras monetarias y sociales a la atención de la salud y apliquen leyes y presupuestos que garanticen que todas las personas puedan acceder a los servicios de salud esenciales sin correr el riesgo de caer en la pobreza o sacrificar su seguridad económica.
En la actualidad, más de 4.500 millones de personas, más de la mitad de la población mundial, carecen de acceso a los servicios de salud esenciales, mientras que casi 2.000 millones de personas experimentan dificultades financieras debido a que tienen que pagar de su bolsillo la atención sanitaria. La Dra. Cipriano subrayó que «no se trata sólo de cifras, se trata de personas que luchan, que toman decisiones imposibles cada día en cuanto a si pueden pagar los servicios de salud o necesidades esenciales como la alimentación y la vivienda».
El personal de enfermería es la mayor profesión de la salud mundial y a menudo son el primer y único trabajador de la salud que ven los pacientes, lo que significa que la inversión en la profesión de enfermería es fundamental para acelerar el progreso hacia la cobertura sanitaria universal. El CIE ha descrito la grave escasez de personal de enfermería en el mundo como una emergencia sanitaria mundial y hace un llamamiento para que se tomen medidas urgentes con el fin de crear y conservar el personal de enfermería sostenible necesario para proporcionar un tratamiento esencial, asequible y accesible para todos.
Como miembro de la Alianza Mundial de Profesiones de la Salud (AMPS), el CIE ha suscrito dos declaraciones en las que se insta a los Estados miembros de la OMS a invertir en profesionales de la salud para proporcionar la APS segura y de alta calidad necesaria para lograr la cobertura sanitaria universal.
Como se indica en la declaración de la AMPS, la APS debe construirse sobre una base de profesionales de la salud en lugar de depender excesivamente de los trabajadores de la salud comunitarios (TSC). Aunque los TSC pueden desempeñar un papel de apoyo, una cobertura sanitaria universal sostenible requiere una fuerza de trabajo profesional regulada y plenamente equipada para proporcionar una atención segura, eficaz y rentable y evitar los riesgos de errores, complicaciones y hospitalizaciones innecesarios.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha afirmado que hasta el 90% de los objetivos de la cobertura sanitaria universal pueden alcanzarse mediante una atención primaria holística que centre los servicios preventivos y comunitarios prestados por equipos multidisciplinares.
La Dra. Cipriano añadió: «Los profesionales de enfermería son la columna vertebral de la cobertura sanitaria universal: no puede haber salud para todos sin personal de enfermería para todos. El reciente informe del CIE sobre atención primaria de salud pone de relieve cómo los modelos de atención dirigidos por profesionales de enfermería, desde los dispensarios rurales hasta el apoyo comunitario en salud mental y los programas de vacunación, están mejorando de forma segura y eficaz el acceso a servicios de salud de alta calidad en todo el mundo.
El profesional de enfermería no se limita a tratar síntomas: establece relaciones duraderas con los pacientes y las comunidades sobre el terreno, abordando tanto las necesidades de salud inmediatas como los factores sociales subyacentes, lo que significa que está en una posición ideal para prestar una atención primaria integral accesible a todas las poblaciones».
En un webinario celebrado ayer para presentar UHC Compass, una herramienta diseñada para apoyar a las organizaciones de pacientes, organizado por la Alianza Internacional de Organizaciones de Pacientes (AIOP), la Presidenta del CIE destacó «la importancia de la experiencia vivida por los pacientes y la sociedad civil, incluidos los grupos marginados» para garantizar una atención equitativa e integradora.
En un vídeo grabado por el CIE para el Día de la CSU 2024, la Dra. Cipriano instó además al personal de enfermería a alzar su voz colectiva comprometiéndose con las organizaciones de enfermería y pidiendo a los parlamentarios que inviertan en una asistencia de salud accesible y en protecciones financieras.
Comentó: «Como dice nuestro lema del Día de la CSU, la salud depende del gobierno. Pero ahora nos toca a nosotros exigirles responsabilidades y movilizarnos para lograr un cambio.
Está claro que el gasto en enfermería y en salud no es un coste, sino una inversión. Cuando los gobiernos proporcionan una atención accesible y protegen a la población de unos costes en salud abrumadores, los niños permanecen más tiempo en la escuela, mejora la igualdad de género y las economías prosperan.
Solicitamos a los responsables políticos que den un paso al frente con leyes y presupuestos concretos y ambiciosos para financiar a los profesionales de la salud y la asistencia sanitaria. No podemos permitirnos el coste de la inacción».