Autor: Joan Neergaard Larsen, enfermera clínica especialista, Neonatafdelingen Rigshospitalet
Tradicionalmente, a los recién nacidos que necesitan fototerapia les ingresan en la clínica neonatal o el servicio de maternidad durante unos días para recibir tratamiento. Sin embargo, esta hospitalización puede retrasar o interrumpir el proceso de establecimiento del vínculo madre-lactante que comienza de manera natural durante el embarazo y continúa tras el parto. Por eso, para muchas familias es mejor recibir fototerapia a domicilio siempre y cuando se organice de forma segura. La Clínica Neonatal en Rigshospitalet, Dinamarca, mantiene una buena colaboración con el servicio de maternidad, lo cual les permite a ambos ofrecer fototerapia a domicilio y centralizar la formación a los progenitores y el seguimiento del tratamiento con el fin de optimizar recursos.
El servicio neonatal con sus enfermeras neonatales experimentadas proporciona fototerapia a domicilio a través de la clínica ambulatoria. El departamento en cuestión ha preparado un manual informativo para los padres y una guía sobre el flujo de trabajo. El proyecto se ha presentado tanto al personal del servicio neonatal como al del servicio de maternidad. En el ámbito de los cuidados de enfermería para las familias se realiza una introducción y orientación detalladas para los padres antes de marcharse a casa, además de establecerse una nueva cita en la clínica ambulatoria para comprobar el nivel de bilirrubina en sangre. Quien gestiona los cuidados ambulatorios de forma independiente es una enfermera que puede consultar a un médico en caso de dudas de carácter clínico. Además de la fototerapia a domicilio, a menudo hace falta asesoramiento sobre el establecimiento de la lactancia, nutrición, bienestar, cuidado y valoración general del lactante. La clínica ambulatoria está gestionada por enfermeras muy competentes que llevan años trabajando en ella y han recibido formación especial intensiva. Enfocada a ofrecer las mejores condiciones y cuidados centrados en la familia, la enfermera supervisa al niño en las visitas as domicilio y, en ocasiones, realiza extracciones de sangre en el hogar.
Durante el periodo del proyecto, se celebran reuniones periódicas entre el servicio neonatal y el de maternidad para ajustar los procedimientos de trabajo y valorar su organización. En 2019, se administró fototerapia a domicilio a un total de 103 niños y se decidió ofrecerla de forma permanente a todas las familias.
Se toma nota de la fecha de comienzo y finalización del tratamiento de cada niño del proyecto. En el periodo comprendido entre junio y agosto de 2019, también se tomó nota del número de visitas ambulatorias y su duración. De los 103 niños que participaron en 2019, 17 fueron examinados entre finales de mayo y principios de agosto de 2019. Los datos mostraron que los niños necesitaban una media de 3-4 visitas a la clínica ambulatoria. En caso de problemas de bienestar o ictericia prolongada, la media era 5 a 8 visitas. Todas las visitas tenían una duración media de 30 minutos.
Las observaciones y comentarios de las enfermeras han sido un factor que ha contribuido a que las enfermeras valoren el éxito del proyecto. Y una entrevista a una familia, cuyas declaraciones se habían utilizado y publicado previamente en el boletín de Rigshospitalet "IndenRigs", ha sido la base para medir la seguridad y satisfacción de los padres. Los siguientes fragmentos muestran claramente las experiencias positivas de los padres con la fototerapia a domicilio:
"Ha sido fantástico poder marcharnos a casa con la manta de fototerapia. Ha marcado una diferencia enorme", explicó la madre. Y el padre añadió: "No ha sido problemático en absoluto tenerla en casa puesto que es un dispositivo fácil de manejar. Cuando llegamos a casa y le pusimos la manta de fototerapia, todo fue más fácil y nuestra hija comenzó a estar más tranquila que en el hospital", explicó. "Y quizá recibió incluso más luz porque no lloraba tanto y estábamos más relajados". La familia tiene algo con lo que comparar puesto que primero estuvo ingresada 24 horas en el servicio de maternidad donde su hija recibió tratamiento de luz. Después se le dio la opción de irse a casa con una manta de fototerapia y los padres estuvieron encantados de aceptar la oferta. "Al llegar a casa le teníamos que dar luz todo el tiempo pero podíamos tomar café y ver la tele siempre que queríamos puesto que ella simplemente se quedaba tumbada a la luz. El nivel de estrés es completamente diferente”, comentó el padre añadiendo: "En el servicio de maternidad duermes con otros padres con un niño y no quieres molestarles. Pero la luz azul ilumina toda la sala y tienes la impresión de estar molestando mucho a los demás. Es estresante. Y en casa te liberas de todo eso". Ninguno de los progenitores de la recién nacida tiene dudas: recomiendan claramente el tratamiento a domicilio contra la ictericia a todas las demás familias.
El proyecto demuestra que la fototerapia a domicilio es factible, y el servicio de maternidad y los padres entrevistados han manifestado su satisfacción con la organización. Además, no parece que prolongue la duración del tratamiento. Para investigar la satisfacción de los padres con mayor detalle, sería buena idea realizar una entrevista de tipo grupo focal a los padres. También sería interesante investigar la perspectiva económica de la terapia a domicilio.