La cineasta Carolyn Jones afirma que “las enfermeras saben mejor que cualquier otra persona quiénes somos y lo que nos motiva”

15 Mayo 2020
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La fotoperiodista y cineasta Carolyn Jones comenzó a rodar películas de enfermeras hace una década, y ya no puede dejar de hacerlo. El CIE habló con ella antes de la pandemia como parte de las celebraciones del Año de la Enfermera y la Partera.

Esta directora-productora ubicada en Nueva York descubrió que las enfermeras son especiales cuando se le fue diagnosticado cáncer de mama y una enfermera le ayudó a superar esta situación que cada vez le resultaba más insoportable.

Desde entonces, la Sra. Jones siente el impulso de tomar fotografías, contar historias y rodar películas de enfermeras, de las cuales afirma que tienen una dedicación inagotable hacia sus pacientes y un nivel de inteligencia moral que nunca deja de asombrarla.

“Mi fascinación por las enfermeras comenzó con el libro The American Nurse que me encargaron para conmemorar la enfermería. Por aquel entonces no sabía prácticamente nada de la enfermería. Sin embargo, en una ocasión había tenido una enfermera fantástica y me sentía en deuda con ella así que ese encargo me brindó la oportunidad investigar la profesión que terminó por cautivarme.

Sencillamente, después no he sabido parar porque no deja de fascinarme quiénes son las enfermeras, por qué hacen lo que hacen, las funciones que desempeñan y cómo podemos mejorar la sociedad escuchándolas. Supongo que lo que realmente me cautiva de ellas es su forma de ver la vida y su cercanía a la muerte.”

La Sra. Jones afirma que la confianza inquebrantable que el público en general tiene en las enfermeras, cuya profesión aparece en las clasificaciones como la que goza de mayor confianza, se debe a la inteligencia moral que demuestran cada día a través de sus acciones.

“La inteligencia moral promueve la confianza, que es un concepto que hemos dejado de lado sobre todo en el actual clima político. A menudo la inteligencia emocional y moral de las enfermeras me sorprende por completo.

No sé si las enfermeras poseen este tipo de inteligencia moral porque parten con la ventaja de tener algo distinto en su ADN respecto al resto de nosotros o porque tienen razón y hacen lo correcto una y otra vez. El caso es que las enfermeras saben mejor que cualquier otra persona quiénes somos y lo que nos motiva.

Gran parte de mi trabajo es para celebrar la labor de las enfermeras, así que me alegro de que sirva justo para eso porque creo que hay algo importante que el público no ve y esa es precisamente mi misión: lograr que la gente aprenda a respetar al extraordinario colectivo de personas que ejerce esta profesión porque tenemos tanto que aprender de él y porque podría conseguir que nuestra sociedad fuera mejor.”

Asimismo, comenta que lo que distingue a las enfermeras es su capacidad de cuidar de los demás independientemente de quiénes sean o de lo que hayan hecho.

“Si te pasas el día cuidando de los demás, independientemente de su raza, religión o filiación política, terminarás evolucionando más que los demás. Es así de sencillo, y cuanto más lo hagas más tendrás que ofrecer gracias a tu lugar de observación a vista de pájaro y a la visión general que adquieres del lugar que ocupamos en el mundo.”

Durante su batalla contra el cáncer hace ya muchos años, la Sra. Jones pasó por quirófano, recibió tanto radioterapia como quimioterapia y la experiencia se le hizo cada vez más cuesta arriba. Se sentía como ‘una extraña que ya no sabía quién era’, y le aterrorizaba que se le cayera el pelo porque dejaría de poder ocultar su enfermedad ante los demás. Sin embargo, justo entonces llegó una enfermera a su vida y las cosas empezaron a parecer distintas.

“Era muy divertida, irreverente y graciosa y por primera vez en seis meses me hizo sentir normal. Pensaba, madre mía, esta persona realmente marca la diferencia con su extraordinaria y maravillosa forma de hacerme sentir mejor. Compartimos esa cercanía y después cada una siguió por su camino, y ella nunca supo cuánto había hecho por mí. Cuando surgió la idea de escribir un libro de enfermeras vi la oportunidad de investigar aquello que nos convierte en mejores seres humanos, algo que ha sido una búsqueda constante toda mi vida.”

Asimismo, afirma que las enfermeras tienen una gran repercusión en la vida de los pacientes y las personas a su alrededor y que podría pasarse el resto de su vida centrándose en el efecto dominó de la enfermería. Una de las historias en The American Nurse trata de la enfermera Tonia Faust, que dirige un programa para enfermos desahuciados en la Penitenciaría del Estado de Luisiana, una prisión de máxima seguridad. La Sra. Jones dice que entrar en ella con Tonia fue una experiencia extraordinaria.

“El 99% de los presos están cumpliendo cadena perpetua y van a morir ahí. Al llegar, seguí a la enfermera hasta una sala para ver a un tipo con el que estaba trabajando. Yo estaba alucinando, por lo raro que era todo y porque era como estar en otro mundo, cuando se presentó el paciente diciendo que estaba en la cárcel porque había matado a su mujer. Tonia continuó como si nada, como si hubiera dicho que ‘el cielo es azul’. Después comentó que Tonia le había ayudado a escribir una carta a su hija y explicó cómo había contactado con ella de nuevo 20 años después.

Pensé, ¿te imaginas el efecto dominó de algo así? Una joven, en algún lugar, que ahora es madre, y que al final de la vida de su padre entra en contacto con él, encuentran la paz y hablan por teléfono una vez a la semana. No hay forma de saber hasta qué punto tiene una vida más saludable esa mujer gracias a la situación generada o cómo afectará a la crianza de sus hijos. Y todo gracias a que Tonia había entrado en esa sala y le había preguntado al padre qué era lo que le importaba y cómo podía ayudarle a pasar sus días y él contestó que le gustaría ponerse en contacto con su hija. Tal cual. Para una persona externa como yo, eso es magia.”

La Sra. Jones acaba de finalizar su última película centrada en la enfermería en siete departamentos de urgencias y emergencias de Estados Unidos y afirma que lo que ha visto es horrible a causa del incesante número de escenas terribles, violencia y traumas.

“No sé cómo lo hacen las enfermeras pero, aparte de eso, lo que realmente me impresionó fue que en medio de esos momentos horribles y trágicos veías a una enfermera inclinarse y decir ‘oye, ya estoy contigo’, o darle agua a alguien pero no solo dársela sino hacerlo demostrando que le importa la persona a la que se la da. Seguíamos a las enfermeras durante sus turnos de 12 o 14 horas y veíamos cómo brillaban estas pequeñas joyas de humanidad.”

El libro The American Nurse es un registro permanente de enfermeras orgullosas del trabajo que llevan a cabo pero, aunque las imágenes en blanco y negro son poderosas, la labor de enfermería permanece siempre oculta tras la enfermera que aparece en las fotografías. Y a pesar de estar orgullosa del libro, la Sra. Jones comenta que se dio cuenta de que nunca había captado a las enfermeras ‘cruzando el umbral y entrando en la vida de sus pacientes’.

“Es algo que me rondaba la cabeza porque seguía queriendo estar cerca de las enfermeras para ver qué sucedía a su alrededor y cómo era la enfermería en realidad. Mientras escribía el libro no pensaba que iba a ser una oportunidad de captar esos momentos tan cercanos. Decidimos seguir a cinco enfermeras en sus mundos mientras cuidaban de sus pacientes y así es cómo comencé a rodar películas de enfermeras.

Creo que por un lado estamos todos nosotros – la gente normal y corriente – y luego están las enfermeras. No he encontrado ninguna otra profesión como esta. Ninguna otra profesión tiene un propósito mayor en la vida. Yo no soy una persona religiosa y para mí lo que hacemos como seremos humanos es primordial. Relatar estas historias, dejar que evolucionen, hacer que los demás vean quiénes son las enfermeras y ofrecerles algo a lo que aspirar… porque cuanto más oscura se vuelve la política aquí más anhelo las cualidades que ejemplifican las enfermeras… estar rodeados de enfermeras es como estar en el cielo.”

Rodar películas de enfermeras inevitablemente ha puesto a la Sra. Jones en contacto con personas que se estaban muriendo y le ha impresionado el hecho de que no todo el mundo está destinado a tener una buena muerte.

“Me centré muchísimo en el final de la vida y en que no estamos muriendo muy bien así que decidí hacer una película focalizada en este tema a sabiendas de que también iba a ser más complicado desde el punto emocional. Para prepararme, me presenté voluntaria para ir al departamento de enfermos desahuciados de un hospital y acostumbrarme a hablar con personas que estaban sintiendo mucho dolor o viviendo traumas emocionales y físicos. Esa fue una parte de mi preparación y seguidamente comenzamos a seguir a una serie de pacientes que estaban luchando contra enfermedades que amenazaban su vida en el segundo film titulado Defining Hope. Después decidimos rodar esta película. Sinceramente, al ver ciertas cosas sentía ganas de tirarme al suelo y decir ‘no puedo grabar esto’.

Una de las primeras veces que estuvimos en un turno de noche falleció un niño en la sala de urgencias y emergencias. Un bebé. Llegó la familia y tuve que ver a las enfermeras salir de esa área y ponerse a trabajar inmediatamente con otro paciente al que había atropellado un automóvil. Las enfermeras estaban enjugándose las lágrimas de los ojos sin tener ni un segundo para procesar el paso de una sala a otra.

En ese momento pensé que nunca sería capaz de rodar la película. Pero luego lo piensas bien y te das cuenta de que la gente tiene que saber lo que está sucediendo en estos lugares. Es obvio que no hay suficientes enfermeras y que las que hay seguro que padecen estrés postraumático cada día porque su trabajo es abrumador. Pero a pesar de eso, nosotros les pedimos que nos cuiden y, encima, somos maleducados con ellas. La escena era horrible y yo estaba decidida a [ser fuerte] y soportar lo que estábamos viendo, aunque en muchas ocasiones quise tirarme al suelo y decir ‘esto es demasiado’.”

Su última película, basada en estas experiencias, se llama In Case of Emergency. Se estrenará en Nueva York en mayo de 2020. Aunque ya se sabe que es muy difícil llevar los documentales a la gran pantalla, la Sra. Jones está convencida de que se debe ver en el cine porque estas películas son especialmente potentes cuando se las ve un público amplio.

“Se trata de un film muy cercano y personal que no siempre es fácil de ver. Es una película muy emocionante, muy interesante, que es lo que queríamos. Es muy colorida, las enfermeras son interesantes y es fascinante. Quiero que las enfermeras agarren a un par de personas y las lleven a verla… Quiero que la gente vea esta película, se sienta involucrada y tienda su mano a la comunidad de manera que no sea como pasar por una puerta giratoria, porque lo que estamos pidiendo a las enfermeras que hagan en los departamentos de urgencias y emergencias no es sostenible.”

La Sra. Jones destaca la importancia de que el público vea los momentos cercanos que generan las enfermeras porque llegan hasta el corazón de nuestra humanidad.

“Se trata de temas universales. Parece que las enfermeras se encuentran en una especie de burbuja en la que nadie sabe lo que hacen y nadie quiere oír hablar de ello así que se transforma en este lugar aislado, mágico. La vida brilla más aún cuando la muerte está al acecho y cuando pensamos en nuestra condición de mortales, cuando cada día se nos recuerda lo importante que es nuestra salud, los colores son más vivos, los olores son más penetrantes y todo es más intenso. Es algo que me gustaría que el público pudiera comprender y compartir. Quizá valoraríamos más la vida si se nos pudiera recordar que no es un ciclo constante e interminable, que hay un principio, una parte intermedia y un final. Y las enfermeras lo saben gracias a lo que hacen cada día.

Me encanta que las enfermeras se vean reflejadas en el trabajo que hago y me esfuerzo mucho en lograr que el público respete la profesión porque es lo que de verdad necesitamos ahora y tengo que encontrar la forma de comunicar lo que he aprendido contando historias para mostrar que corren tiempos de gran enfermería, universales, y que no todo está perdido. Existe esta forma maravillosa de ver el mundo.”

Los distribuidores del film pretenden que se proyecte en cines para que distintos grupos de la comunidad puedan verlo gracias un proceso de micromecenazgo en el que 30 personas puedan reservar una sala para ver la película una tarde. Estará a disposición en carolynjones.com y en Amazon e iTunes y quizá se distribuya con otras modalidades y en DVD.

La Sra. Jones afirma que su pasión por la enfermería no se ha desvanecido. Tiene una organización sin ánimo de lucro llamada 100 People Foundation que pretende ofrecer un retrato estadísticamente representativo del mundo a través cien personas. Así que, por ejemplo, habría 50 mujeres y 50 hombres, 25 serían niños, 75 serían adultos, nueve de ellos mayores de 65 años, habría 60 asiáticos, 16 africanos, 14 de las Américas y 10 europeos y así sucesivamente. Ahora quiere ampliar esa idea y crear un retrato que represente a la enfermería en 100 enfermeras.

“Mi sueño es fusionar ambos conceptos y encontrar a cien enfermeras de todo el mundo que se estén enfrentando a todas esas cosas de las que no queremos hablar. Todo, desde el virus del Ébola hasta la guerra, el coronavirus, las hambrunas y las migraciones y todas aquellas situaciones duras de las que los demás huimos y hacia las que las enfermeras corren. Ahora es un momento maravilloso para encontrar a 100 héroes en el mundo realizando esta labor extraordinaria y transformarla en una exposición y en un film. Es un tema que tengo pendiente…Llevo diez años conociendo a las enfermeras, sentada sobre esta mina de oro de humanidad, y muy frustrada por no aprovecharla como querría. Aún estoy intentando dar con la mejor forma de hacerlo. Abandonar ahora sería como escabullirme.”

Afirma que la modestia de las enfermeras está impidiendo que el mundo aprecie realmente lo que la enfermería puede hacer y por eso quiere dar a conocer su labor y arrojar luz sobre el mundo oculto en el que viven.

“Todas y cada una de las enfermeras que he entrevistado en mi vida entran por la puerta diciendo ‘no sé por qué quieres hablar conmigo, estoy segura de que hay alguien más preparado para mantener esta conversación’. Es fascinante, precioso pero yo no quiero ser la portavoz de la enfermería porque quiero que el público entienda la profesión y contribuir a crear portavoces para ella. Aunque todas las entrevistas que he realizado comienzan con esa modestia, finalizan con la otra persona colocándose un poco más erguida y diciéndome cómo se siente. Cada enfermera que he entrevistado ha sido capaz de expresar muy bien lo que siente hacia el público.

Quiero que las enfermeras se sientan en un nivel superior y abandonen esa idea de que nadie quiere saber lo que hacen. El público no lo entenderá hasta que las enfermeras se lo cuenten. Espero que haya enfermeras que salgan a la superficie y hagan oír su voz. Son las mejores cuentahistorias que he conocido nunca. Eso es precisamente lo que me encanta de entrevistar a enfermeras, que es como zas y de repente aparece la historia.”

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