Los trabajadores sanitarios de Italia que están sacrificando su salud en la batalla contra el COVID-19 carecen de suficientes equipos de protección para garantizar su seguridad. El Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) y la Asociación de Enfermeras de Italia (CNAI) están advirtiendo sobre las nefastas consecuencias de no suministrar equipos de protección individual adecuados para las enfermeras al cuidado de pacientes con COVID-19.
Las últimas cifras muestran que los trabajadores sanitarios representan el 9% de los casos de COVID-19 en Italia.
La elevada tasa de infecciones entre las enfermeras y demás personal sanitario es motivo de gran preocupación porque los trabajadores infectados tienen que dejar de trabajar durante al menos 14 días, lo cual reduce la capacidad de una fuerza laboral ya agotada.
El Presidente de la Asociación de Enfermeras de Italia (CNAI) Walter de Caro ha declarado:
“Italia está en ‘guerra’ contra este virus. Los hospitales del norte del país están desbordados y en la región de Lombardía no quedan camas libres de cuidados intensivos. Se están haciendo grandes esfuerzos para proporcionar nuevas instalaciones sobre el terreno en estos momentos tan difíciles. Hay problemas de planificación y recursos y hacen falta más enfermeras especialistas en cuidados intensivos.
Todos los italianos han de permanecer unidos y reconocer el sacrificio, compromiso y heroísmo de todas nuestras enfermeras, incluidas las enfermeras recién graduadas, las enfermeras jubiladas, las enfermeras militares, el personal de apoyo sanitario y los voluntarios.
Algunos hospitales tienen suficientes equipos de protección individual (EPI), pero en la mayoría de los casos, las enfermeras y los médicos se ven obligados a llevar mascarillas que ya no se usan eficazmente y en algunos hospitales del centro y el sur de Italia el personal no dispone de ningún EPI en absoluto.
Los colegas me han dicho que es como si fueran a una batalla con escudos de papel y pistolas de juguete. Necesitamos estos suministros hoy, no mañana.”
El Director General del CIE Howard Catton ha declarado:
“Las enfermeras están en primera línea en la lucha contra el COVID-19 en Italia y en todas partes, y siguen trabajando sin descanso para cuidar de estos pacientes tan graves, muchos de los cuales están conectados a respiradores y requieren cuidados complejos las 24 horas del día.
Evidentemente, las enfermeras están dando un paso al frente y respondiendo a la petición de ayuda, pero no son superhéroes o ángeles: son mujeres y hombres que tienen hijos, familias, amigos, responsabilidades, y deben ser protegidas frente a los riesgos que plantea la prestación de cuidados a pacientes con COVID-19.
Hay que realizarles la prueba para comprobar si tienen el virus y han de disponer de los EPI que necesitan para seguir cumpliendo con su deber sin temor por su seguridad y la de sus familias.
Es inaceptable que tengan que trabajar sin la suficiente protección y los gobiernos deben establecer cadenas de suministro sólidas ahora. El mundo está observando.
El CIE ya lleva muchas semanas avisando de la situación crítica de los equipos de protección individual para las enfermeras y el deterioro de sus condiciones laborales. Somos conscientes que son tiempos difíciles, pero se requiere más acción.”
Las últimas cifras muestran que Italia ha tenido más de 41 000 casos de COVID-19, de los cuales al menos 2 609 de entre ellos los trabajadores sanitarios, más de 15 000 hospitalizados y 2 498 pacientes se encuentran en unidades de cuidados intensivos. El número de fallecidos asciende a 3 405, más que en China.
El análisis de 8 802 casos en Italia ha señalado que el 5% de los pacientes pasan a ser críticos, el 24% enferman gravemente, el 45,1% experimentan síntomas moderados, el 7,2% síntomas leves, el 12,2% síntomas no específicos y el 6,5% son asintomáticos.
Descargar el comunicado de prensa aquí