La ex Presidenta del CIE Annette Kennedy se ha reunido con el Papa en una conferencia celebrada en el Vaticano sobre la trata de personas. Ha hablado sobre la importancia de las enfermeras y otros profesionales sanitarios para reconocer casos de trata de personas y actuar en su prevención.
La Sra. Kennedy ha sido moderadora del evento, organizado por el Grupo Santa Marta, una alianza entre la Conferencia de Obispos Católicos de Inglaterra y Gales y jefes de policía establecida en 2014 para trabajar en la eliminación de la trata de personas.
Los delegados de la conferencia han escuchado casos de trata de personas y trabajos forzados en las cadenas de suministro, en particular en los suministros médicos para el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido y otros sistemas sanitarios. Se les ha informado de la envergadura de este problema del que se cree que los delincuentes implicados obtienen más de 150 mil millones de dólares estadounidenses al año. Hasta 40 millones de personas padecen varios tipos de abusos en todo el mundo, en particular explotación sexual, delincuencia forzada, servidumbre doméstica y venta de niños por sus órganos o para rituales barbáricos.
En la conferencia se ha afirmado que una alta proporción de las personas objeto de trata han entrado en contacto con un profesional sanitario, haciéndose así eco del Congreso del CIE 2019 donde se puso de manifiesto el importante papel que pueden desempeñar las enfermeras en la identificación de víctimas de trata de personas y su prevención.
"Como enfermera, la conferencia ha fortalecido mi creencia de que los profesionales sanitarios tienen un gran papel que jugar para poner fin a este grave delito. A menudo, se encuentran con víctimas de trata, motivo por el cual es crucial saber cómo detectarlas y qué hacer, si bien los gobiernos y los servicios de salud también tienen la responsabilidad de evitar que los miles de millones de que se gastan en suministros cada año se vean manchados por el trabajo forzado o la explotación infantil".
La Sra. Kennedy ha afirmado que conocer al Papa Francisco ha sido una profunda experiencia que ha revitalizado su determinación de hacer todo lo posible para trabajar con las enfermeras y las comunidades en la erradicación de la trata de personas del mundo. Ha contado que una enfermera en un departamento de emergencias de Londres se dio cuenta de un caso de trata de personas y su actuación permitió apoyar a muchas víctimas y condenar a varios de los responsables que operaban en Europa.
"La trata de personas es la mercantilización de una vida humana por parte de otra persona, y no se puede tolerar en ningún lugar. Como enfermeras hemos de reconocer y comprender mejor nuestro papel en la lucha contra este mal", ha declarado la Sra. Kennedy.
El Papa Francisco ha respaldado los esfuerzos del Grupo Santa Marta afirmando: "Lamentablemente, continúan extendiéndose formas modernas de esclavitud, incluso en las áreas más desarrolladas del mundo. Espero que la lucha contra la trata de personas tenga más en cuenta otras realidades más amplias como el uso responsable de la tecnología y las redes sociales, así como la necesidad de una visión ética renovada de nuestra vida política, económica y social, centrada no en el beneficio sino en las personas".
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