Un nuevo informe del CIE muestra que los gobiernos no están priorizando a las enfermeras cuando su número confirmado de fallecimientos por COVID-19 supera los 1 000

COVID-19
16 Septiembre 2020
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En la víspera del Día Mundial de la Seguridad del Paciente establecido por la Organización Mundial de la salud, que este año se centra en la seguridad del personal sanitario, el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) lanza su último informe sobre el COVID-19. Dicho informe, que contiene una encuesta realizada a un abanico de sus Asociaciones Nacionales de Enfermeras, revela el incremento continuado y catastrófico del número de fallecimientos y tasas de contagio de enfermeras a causa del COVID-19. El CIE insta a los gobiernos a afrontar que en general no han priorizado a los trabajadores sanitarios, que no han recopilado datos sobre las tasas de contagio y los EPI inadecuados, sobre todo en las residencias de personas mayores, que los test y la formación en materia prevención y control de infecciones han sido inapropiados, además de que se han denunciado ampliamente casos de violencia y discriminación contra enfermeras y que ha faltado apoyo en cuestión de salud mental.

El informe concluye que más de 1 000 enfermeras han fallecido en 44 países en los que hay datos disponibles, lo cual pone de manifiesto tasas de infección de aproximadamente el 10% de los trabajadores sanitarios respecto al total general de contagiados y sugiere que de los casi 30 millones de personas infectadas por el virus hasta tres millones podrían ser trabajadores sanitarios. El informe también revela que menos de la mitad de los países encuestados considera el COVID-19 como enfermedad laboral, lo cual tiene implicaciones graves en cuestión de compensación desde la enfermedad hasta la muerte.

La Presidenta del CIE Annette Kennedy ha declarado: “La última encuesta del CIE arroja una instantánea inquietante que señala que las enfermeras y otros trabajadores sanitarios siguen expuestos al COVID-19 y a todos sus riesgos asociados, en particular a violencia y prejuicios, a enfermedades mentales, a contagios y a lo que ahora creemos que posiblemente sean miles de casos de realización del sacrificio último, de pagar con su propia vida.

Hablamos de la nueva normalidad generada por la pandemia pero esta también ha confirmado algunas verdades que ya se sabían desde hacía mucho tiempo en la comunidad de enfermería, es decir que las enfermeras están infravaloradas y a menudo son tratadas como si fueran prescindibles, lo cual es una situación escandalosa que el CIE insta a los gobiernos a rectificar.”

El Director General del CIE ha declarado: “Las conclusiones del informe se suman a una creciente lista de falta de actuaciones de los gobiernos para proteger a las enfermeras y a otros trabajadores sanitarios durante la pandemia. Al no recopilar datos sobre los fallecimientos y contagios o al no reconocer el COVID-19 como enfermedad laboral, los gobiernos efectivamente están mirando hacia otro lado con la consecuencia de que el personal se queda sin equipamiento, formación, test, apoyo de salud mental o apoyo financiero. No nos engañemos: al poner en riesgo al personal, los gobiernos también ponen en riesgo a los pacientes. Este informe del CIE sobre el COVID-19 coincide próximamente esta semana con el Día Mundial de la Seguridad del Paciente, que arrojará más luz sobre la seguridad del personal de salud. La verdad simple e innegable es que la seguridad del personal sanitario y la seguridad del paciente son dos caras de la misma moneda y no se puede tener una sin la otra.”

Comentando la amplitud y profundidad de las presiones psicológicas a las que se enfrentan las enfermeras según pone de relieve la encuesta, el Sr. Catton ha declarado: “Existe un enorme riesgo oculto de salud mental para nuestra fuerza laboral de enfermería sumergido bajo la superficie de la pandemia. La investigación del CIE indica la escala real del legado de salud mental del COVID-19 que sin duda se traducirá en mayores tasas de enfermedad, absentismo, agotamiento y abandono de la profesión por mala salud de las enfermeras, lo cual agravará aún más la escasez y provocará una pérdida de experiencia incuantificable.”

Lea las conclusiones y recomendaciones completas del CIE aquí.

Descargar del comunicado de prensa aquí