El programa de desarrollo organizativo de las asociaciones nacionales de enfermeras (ODENNA) del CIE está concebido para aumentar la influencia, la sostenibilidad y la promoción de las asociaciones nacionales de enfermeras (ANE) participantes, con el fin de ayudarlas a responder a una demanda cada vez mayor.
El CIE reconoce que las ANE son fundamentales para representar, fomentar y hacer progresar la profesión de enfermería en sus países.
Para ayudar a que esto ocurra, el CIE ha creado la Iniciativa de tutoría de las asociaciones de enfermeras (NAMI) de ODENNA, que es un plan pionero que establece relaciones de tutoría entre las ANE en diferentes etapas de su desarrollo. El CIE ha creado el plan NAMI para reconocer y utilizar la vasta experiencia y los conocimientos especializados de nuestra red mundial del CIE. NAMI es un paso importante para reforzar la sostenibilidad del CIE y de nuestras asociaciones en apoyo de la profesión de enfermería y de sus pacientes.
El proceso de NAMI tiene por objeto potenciar, desarrollar, sostener y aumentar el potencial de las ANE beneficiarias impulsando su desarrollo sostenible y fomentando la colaboración internacional. La prestación de apoyo y el intercambio estructurado de conocimientos especializados con homólogos mundiales consolidados refuerzan la solidez fundacional y la eficacia operativa de la ANE beneficiaria.
Agatha Ebessu Ariekot es una profesional de enfermería jefe en la Universidad de Soroti, en la ciudad de Soroti, forma parte del equipo ODENNA de Uganda y es miembro de la Asociación de Enfermeras y Parteras de Uganda. El equipo de ODENNA Uganda está trabajando en un plan de proyecto de cambio diseñado para mejorar la experiencia de las madres que han sido sometidas a cesáreas. El equipo de Uganda cuenta con el asesoramiento del Colegio Australiano de Enfermería.
La Sra. Ariekot declaró recientemente al CIE: "En Uganda hay una tasa muy alta de cesáreas, sobre todo en madres jóvenes. El hospital [regional de Soroti] es un centro regional, así que las mujeres que tienen embarazos especialmente difíciles acaban yendo allí porque es posible que necesiten una cesárea. Vemos a muchas chicas jóvenes quedarse embarazadas, por ejemplo, a los 15 o 17 años. Son chicas muy jóvenes y tienen muchas complicaciones durante el parto, lo que hace necesaria la cesárea. En realidad, se trata de operaciones que salvan la vida de las chicas, de las madres y de los bebés."
Y este [proyecto de cambio] se va a poner a prueba en el hospital regional de Soroti. Hemos empezado a recopilar datos de los trabajadores sanitarios que se ocupan de las cesáreas. También estamos revisando los documentos de las madres que han sido dadas de alta y estamos entrevistando a las madres."
Creo que NAMI es algo muy bueno para tener intercambios, tener este emparejamiento, y tener la tutoría de otras enfermeras de fuera de sus países, porque hace que se comparta cómo se hace el trabajo en otras ANE, de modo que hay crecimiento y desarrollo de las ANE, pero también desarrollo de las enfermeras individuales, y de todo el [servicio de salud del] país'.
Estamos muy contentos de continuar con la asociación porque nos va a ayudar en términos de publicaciones, en términos de desarrollo de nuestra capacidad de investigación; es todo muy interesante, y estamos muy contentos con la asociación."
Siobhan Hooper es enfermera asesora senior del Colegio Australiano de Enfermería (ACN) y miembro del grupo que mentoriza a la Asociación de Enfermeras y Parteras de Uganda y la ayuda en su proyecto de cambio de las cesáreas.
El trabajo de ACN se centrará principalmente en ayudar a analizar los datos recogidos de las enfermeras y parteras que atienden a las mujeres a las que se practica una cesárea y de las propias mujeres. A continuación, se diseñará y aplicará un programa educativo para el personal implicado.
La Sra. Hooper afirma: "El marcado contraste entre la atención sanitaria a las madres en Uganda fue una gran motivación para participar en el proyecto. Muchas de las madres jóvenes a las que se practica una cesárea no reciben antibióticos antes o después de la operación, como recomienda la Organización Mundial de la Salud. Esto significa que muchas reciben el alta hospitalaria sólo para volver con una sepsis potencialmente mortal."
Y añade: "Fue muy especial escuchar las historias de las profesionales de enfermería Alice y Agatha y su motivación para hacer este proyecto. Aproveché la oportunidad de participar porque veo el valor de este proyecto. Somos tan afortunados en Australia que no solemos tener los problemas que tienen en Uganda, y ha sido una oportunidad fantástica ver y aprender de las enfermeras cuáles son los retos a los que se enfrentan actualmente. Son tan especiales en ese entorno que podemos ayudarles mucho."
Ella y sus colegas consideran que las historias personales y los retos compartidos por las enfermeras ugandesas sobre los cuidados y el tratamiento de las mujeres sometidas a cesárea han profundizado el compromiso del ACN con el proyecto: y el respeto mutuo entre los equipos ha garantizado que la investigación sea significativa y sostenible.
La Sra. Hooper afirmó que el ACN se dio cuenta de que podían aportar ciertas competencias y conocimientos que serían útiles para orientar a los profesionales de enfermería de Uganda en el desarrollo del proyecto.
"No se trata de un proyecto del Colegio Australiano de enfermería. Se trata de los profesionales de enfermería ugandeses y de lo que quieren conseguir, que es un proyecto basado en los puntos fuertes, en el que puedan decirnos lo que necesitan y nosotros podamos capacitarles para hacerlo."
Ella y sus colegas creen que las prestaciones mutuas del programa de mentorazgo de NAMI van más allá de las organizaciones individuales implicadas, ya que las comunidades más amplias de enfermería y partería, tanto en Australia como en Uganda, pueden beneficiarse de los conocimientos y recursos compartidos generados por esta colaboración.
Una ventaja imprevista del proyecto es que personas de muy alto nivel del sistema sanitario ugandés han asistido a las reuniones en línea entre los dos ANI, lo que significa que el gobierno y los más altos responsables políticos están al tanto del proyecto y abogan por él y por su posible impacto en las mujeres y familias implicadas.
La Sra. Hooper declaró: "Trabajar en este proyecto ha sido sin duda un privilegio para mí, con mis antecedentes de partera. Es duro oír que algo que damos por sentado -que las mujeres acudan a una cesárea y tengan acceso a antibióticos- no es rutinario en Uganda. En Australia tenemos la suerte de contar con la normativa y las directrices, las normas, la acreditación y todas esas cosas de las que a menudo hablamos, pero al final nos damos cuenta de lo afortunados que somos.
Cada vez que nos reunimos para hablar del proyecto, contamos nuestra suerte. Nos damos cuenta de lo mucho que hemos aprendido de las enfermeras, especialmente de Agatha y Alice, y de lo que están pasando. Sólo puedo esperar que esto continúe y que seamos capaces de ayudarles con este análisis de datos y que el programa de educación marque realmente la diferencia."