Ayudando a los pacientes a superar la culpabilidad, la culpa y la soledad: cuidados paliativos en tiempos de coronavirus, Israel

DIE COVID-19
21 Septiembre 2021
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Autor: Amira Cohen, RN, PhD, Supervisora Clínica, Directora de la Unidad de Cuidados Paliativos, Centro Médico Shamir, Israel

El personal en la Unidad de Cuidados Paliativos del Centro Médico Shamir ofrece consultas oncológicas y a pacientes al final de la vida, además de dar servicio al ala de cuidados pediátricos y maternos y apoyar a las familias que experimentan una muerte fetal intrauterina. El equipo se concentra en la evaluación y cuidado del dolor y otros elementos físicos, psicosociales y espirituales que pueden mejorar la calidad de vida de los pacientes y las familias. Además, aplica la Ley del Paciente Moribundo y presta apoyo a los miembros de la plantilla.

A lo largo del último año, los pacientes de COVID-19 y sus familias también han recibido cuidados del equipo de la Unidad de Cuidados Paliativos. Además de los problemas que afrontan los pacientes al final de la vida, los que padecen COVID-19 tiene que lidiar con problemas emocionales como soledad, culpabilidad y culpa en relación con la transmisión del virus. Algunos pacientes y sus familiares se culpan a sí mismos y también a colegas, miembros de la sinagoga o a las muchedumbres por la propagación de la enfermedad a otros miembros de la familia o por su fallecimiento. La carga de la culpabilidad puede ser grave para el paciente y sus familiares, especialmente si la enfermedad ha provocado la pérdida de un ser querido.

Nathan (nombre ficticio), paciente oncológico de 85 años de edad, no había dejado su hogar ni se había reunido con sus familiares o amigos durante el último año. Unos días después de su última sesión de quimioterapia, tuvo fiebre y resultó que tenía COVID-19 y había contagiado a su mujer. Su mujer fue hospitalizada con pronóstico grave y unos días después también Nathan fue hospitalizado en un departamento diferente. La mujer de Nathan falleció y él quedó devastado. Después de que el personal le comunicó la trágica noticia, la enfermera Cohen, Directora de la Unidad de Cuidados Paliativos, fue a hablar con él. Nathan le dijo que tenía flashbacks. Cuando se llevaron a su mujer al hospital, él no le había dicho adiós. Amira le preguntó cómo le hubiera gustado despedirse, a lo que él contestó: "Dándole un beso en la frente y susurrándole al oído cuánto la quiero". También le contó a la enfermera sus sueños en los que veía a su mujer de pie en la cocina, sonriendo mientras cocinaba sus platos favoritos para cada miembro de la familia. Amira le pidió que le contara una historia extraordinaria de ellos como pareja. En los 60 años que habían estado casados, cada tarde, se sentaban en la cocina, tomaban café y hablaban media hora. Le contó cómo se habían conocido, su relación, sentimientos recíprocos, recuerdos y el sentido de protección que su amor les brindaba.

Pero tenia un marcado sentimiento de culpabilidad por haberla contagiado inadvertidamente. "El sentido de culpabilidad era tan sobrecogedor que dar explicaciones o respuestas o racionalizar no servía de nada. La pena y la culpabilidad están entrelazadas y son inseparables", prosigue Amira. Cuando la enfermera le preguntó si necesitaba ayuda para lidiar con su caos de sentimientos, él contesto: "Quiero seguir hablando de la culpabilidad al menos hasta sentir que he vaciado esa parte de mí".

Cuando a Nathan le llegó el día de volver a casa, le dijo a Amira cómo se sentiría al entrar en su hogar: "Oscuridad y vacío en mi corazón y paredes que no hablan". También habló sobre sus sentimientos mezclados de rabia, soledad e inseguridad.

"Nuestra misión como enfermeras, en general y en la especialidad de cuidados paliativos, es estar presentes, contener y sobre todo escuchar los sentimientos", continúa Amira. Estar ahí para escuchar que el mundo no es justo y la naturaleza tampoco. Para que el paciente comprenda que sobrevivir significa respetar la memoria de su ser querido y continuar su camino. Para encontrar la fuerza en cada uno de nosotros, para recibir el apoyo de nuestros seres queridos y saber que el proceso llevará tiempo y solo entonces sabremos que vale la pena superarlo por nuestros hijos y nietos, pero sobre todo por nosotros mismos".

La Ley del Paciente Moribundo es una ley detallada y completa que regula el tratamiento de las personas en esa situación. El Knesset (Parlamento de Israel) la promulgó el 6 de diciembre de 2005.

Israel_Palliative Care in Corona Times