Un informe fundamental sobre el Estado de la Enfermería en el Mundo publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) y Nursing Now afirma que una fuerza laboral de enfermería con los recursos, la formación y la consideración adecuados puede potenciar la salud y el bienestar de todas las personas del planeta.
Oportunamente publicado durante el Año Internacional de la Enfermera y la Partera y la pandemia de COVID-19, cuando resulta evidente que el mundo depende de los trabajadores de la salud, este informe ofrece un análisis sin precedentes del tamaño y la naturaleza del personal de enfermería en el mundo. Asimismo, utilizando información de más de 190 Estados Miembros de la OMS, proporciona la evidencia y los datos necesarios para informar a los gobiernos sobre dónde invertir para tener la mayor repercusión en la salud de la población. Sus principales mensajes para los gobiernos se refieren a invertir en la ampliación a gran escala de la formación de enfermeras, generar seis millones de nuevos puestos de trabajo en enfermería para 2030 y fortalecer el liderazgo de la profesión.
La Presidenta del CIE Annette Kennedy ha declarado:
“Este informe fundamental ofrece una descripción basada en la evidencia del personal de enfermería en el mundo y deseo dar las gracias a nuestras Asociaciones Nacionales de Enfermería y a los gobiernos de todo el mundo por sus aportaciones para lograr la riqueza de información que contiene.
Los datos, por primera vez, nos permiten ver claramente las variaciones en los números de enfermería entre países y continentes y nos muestran dónde es más necesario invertir. El informe será extremamente valioso como referencia para que los gobiernos generen sus recursos de enfermería de manera que todo el mundo pueda beneficiarse del extraordinario servicio que únicamente las enfermeras pueden prestar.”
El Director General del CIE Howard Catton ha declarado:
“¿Qué esperan las enfermeras que suceda ahora que disponemos de los datos? Sencillamente que los líderes políticos se comprometan a implementar todas las recomendaciones del informe. No es algo opcional o bonito para hacer a la luz del COVID-19, ¡sino que es “obligatorio”! Este es el Año de la Enfermera y la Partera pero no tal como nos lo habíamos imaginado ninguno de nosotros. El brote de COVID-19 es la demostración más poderosa de por qué hemos de apoyar a nuestro personal de enfermería e invertir en él. Instamos a los líderes mundiales a comprometerse para nombrar a una Enfermera Jefe; a comprometerse para diseñar un plan a largo plazo con miras a fortalecer los sistemas de salud colocando en el corazón de los mismos la fuerza laboral de enfermería y al personal sanitario; y a comprometerse para garantizar que los trabajadores de la salud están protegidos con los equipos de protección individual que necesitan.
Hemos de reconocer que ningún país es una isla; nos encontramos ante una crisis internacional y global así que tenemos que cooperar entre fronteras para recibir los suministros que tan necesarios son para los trabajadores sanitarios, además de para compartir mejores prácticas y garantizar que los fabricantes dan un paso al frente para colaborar. La mayor tragedia será no extraer lecciones de esta pandemia. Tenemos que ver acciones decididas en cuestión de inversión, apoyo y fortalecimiento de los sistemas de salud y el personal sanitario en el futuro. Instamos a los políticos a demostrar el mismo valor y coraje que las enfermeras que están luchando contra el COVID-19. Tengan el mismo valor y coraje en su liderazgo político y digan “sí” a la implementación de todas las recomendaciones.”
El informe ofrece argumentos para un decenio de acción con vistas a lograr un incremento significativo de la inversión en la formación, los empleos y el liderazgo de la enfermería en el ámbito del esfuerzo mundial para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible y ofrecer cobertura sanitaria universal y salud para todos.
Los datos de 191 países revelan la existencia de 19,3 millones de enfermeras profesionales del total de la fuerza laboral de enfermería que asciende a 27,9 millones, y que su distribución en el mundo no es uniforme dado que las ratios enfermera-población son menores en los países de renta media y baja.
El informe afirma que para 2030 harán falta 36 millones de enfermeras y que ese objetivo se logrará únicamente si se produce un incremento del 8% año tras año en el número total de graduados de enfermería. En ausencia de dicho aumento, en 2030 habrá una escasez de 4,6 millones de enfermeras, sobre todo en las regiones de África, Sudeste Asiático y Mediterráneo Oriental.
Con una fuerza laboral compuesta por mujeres en un 90% aproximadamente, las enfermeras siguen enfrentándose a situaciones de discriminación y desigualdad, en particular en materia de sueldos y sesgos de género. Según las estadísticas del informe, un tercio de las enfermeras denuncia que no se las respeta o valora y un cuarto afirma haber sufrido acoso sexual. Todo ello demuestra la importancia de implementar políticas de trabajo sensibles al género con el fin de sostener a este personal predominantemente femenino.
Una de las conclusiones evidentes del informe es la mala distribución del personal de enfermería, que se ve exacerbada por el reclutamiento de enfermeras de los países de renta baja y media por parte de los países de renta alta.
Howard Catton ha afirmado:
“Necesitamos que todos los países se comprometan a ser autosuficientes en el suministro de su propia fuerza laboral. No solo diciéndolo sino haciéndolo. El COVID-19 está demostrando que nuestro personal de enfermería es el lecho de roca de la preparación de los sistemas de salud fuertes y que invertir en las enfermeras y los trabajadores sanitarios es bueno para nuestras economías, nuestra seguridad nacional e incluso nuestras libertades personales.”
Numerosos países tienen una gran cantidad de enfermeras acercándose a la edad de jubilación, por lo que han de emprender acciones urgentes para incrementar el número de estudiantes de enfermería que están recibiendo formación para compensar la inminente jubilación de los miembros más experimentados y valorados de su fuerza laboral. Sin embargo, el CIE desea poner de relieve que, aunque la importancia del reclutamiento y la formación sea enorme, también es fundamental retener al personal actual mejorando las condiciones laborales y la remuneración.
Annette Kennedy ha declarado:
“Dentro de cinco o diez años, echaremos la vista atrás a este informe y podremos detectar las mejoras en materia de salud global que han tenido lugar allá donde se han realizado las inversiones necesarias. Pero también podremos ver aquellos países que, por no haber invertido adecuadamente en su personal de enfermería, les habrán fallado a sus poblaciones.
La pandemia de COVID-19 ha demostrado al mundo el valor real de la enfermería. Este es el momento de acciones valientes por parte de políticos valientes cuyas decisiones tomadas en el momento oportuno dejarán una huella en la historia que apreciarán las generaciones venideras.”
Haga clic aquí para leer el informe completo sobre el Estado de la Enfermería en el Mundo (en inglés)
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