El Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) aparece de forma destacada en un nuevo artículo del importante periódico español El País que pone de relieve el impacto devastador de la migración no equitativa de personal de enfermería en la salud mundial, centrándose en naciones africanas como Ghana, de donde se marchan entre 400 y 500 profesionales de enfermería cada mes.
El artículo describe cómo la agresiva contratación de profesionales de enfermería procedentes de países de renta baja por parte de los países de renta alta está amenazando la equidad sanitaria mundial y dejando sin acceso a servicios de cuidados en salud a comunidades que ya sufren graves carencias. Los reclutadores suelen dirigirse específicamente a profesionales experimentados y especializados que son especialmente difíciles de sustituir.
El diario español El País cita al director general del CIE, Howard Catton, quien manifestó su profunda preocupación ante la creciente dependencia de los profesionales de enfermería formados en el extranjero como "un pilar fundamental" de los sistemas de salud en países ricos. Catton advirtió que la migración masiva de profesionales de la salud desde naciones del África subsahariana no solo exacerba la desigualdad entre países ricos y pobres, sino que agrava la actual emergencia sanitaria global, marcada por una grave y generalizada escasez de personal de enfermería.
El CIE ha condenado sistemáticamente la contratación insostenible y poco ética del personal de enfermería de los sistemas de salud más frágiles del mundo, que no pueden permitirse perder a sus trabajadores de la salud, y ha pedido que se ponga fin a estas prácticas, que han sido descritas por algunos dirigentes de enfermería africanos como una forma de «neocolonialismo.» Como señala el artículo de El País, tras la pandemia se ha producido un aumento de la contratación internacional de personal de la salud. El CIE ha atribuido principalmente esta tendencia a los países de altos ingresos que buscan una solución rápida a la escasez de personal, derivada de una falta crónica de inversión en la formación y retención de sus profesionales de enfermería.
El verdadero coste mundial de la contratación poco ética
El reportaje de El País documenta el alarmante impacto humano de estas prácticas. La Ghana Registered Nurses and Midwives Association (GRNMA), que es miembro del CIE, describió las unidades de cuidados intensivos obligadas a cerrar debido al éxodo del personal de enfermería; los hospitales regionales gravemente afectados; y el aumento de la presión y la carga de trabajo que experimentan los profesionales de enfermería que se quedan.
Cuando las enfermeras se marchan, los países en desarrollo también pierden la importante inversión que han hecho en su formación. El CIE ha puesto de relieve que formar a un profesional de enfermería en el Reino Unido, por ejemplo, cuesta aproximadamente 50.000 libras, mientras que contratar a una de otro país sólo cuesta 10.000 libras. Este ahorro de costes para los países ricos se produce a costa de desestabilizar aún más a los Estados de renta baja, que se quedan sin los trabajadores de la salud tan necesarios e insustituibles cuya formación han financiado. En el artículo de El País, Catton señala una inquietante paradoja: las naciones más ricas del mundo proporcionan ayuda al desarrollo a los países africanos al mismo tiempo que socavan la infraestructura sanitaria de esos mismos países mediante una contratación agresiva.
Ghana tiene una grave escasez de profesionales de enfermería para cubrir las necesidades de su población, pero muchas enfermeras se enfrentan al desempleo porque faltan recursos para contratarlas, no porque haya un excedente real de profesionales. Ghana figura en la «Lista Roja» de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de Estados considerados tan vulnerables que no debe contratarse personal de salud de ellos sin que existan acuerdos específicos, pero la emigración parece seguir aumentando. De hecho, el número de profesionales de enfermería y partería procedentes de países de la Lista Roja de la OMS casi se ha triplicado en los últimos tres años sólo en el Reino Unido.
Acciones de abogacía del CIE y próximos pasos críticos
El CIE dio la voz de alarma sobre este creciente problema y sus consecuencias en un detallado informe de 2024 a la OMS sobre el Código mundial de prácticas en materia de contratación internacional. El CIE también ha hecho firmes llamamientos para que se refuerce el Código de la OMS mediante la aplicación de medidas claras y vinculantes de rendición de cuentas para las naciones que participen activamente en prácticas de contratación poco éticas y para que se garantice que los países que pierdan a su personal de salud sean indemnizados adecuadamente.
Aunque en algunos casos existen acuerdos bilaterales entre los países reclutadores y los países de origen, como explica el artículo de El País, éstos rara vez proporcionan beneficios justos y mutuos. El CIE ha hecho un llamamiento urgente para que los países más ricos ofrezcan compensaciones tangibles y significativas cuando contraten personal procedente de Estados vulnerables. Esto podría adoptar la forma de inversiones directas en la construcción de infraestructuras sanitarias y en el apoyo a las escuelas de enfermería y a los puestos de trabajo de enfermería en los países de los que reclutan para «compensar» el impacto negativo.
El CIE ha pedido específicamente a las mayores economías del mundo que adopten medidas coordinadas para proteger a la fuerza de trabajo de los países en desarrollo, y entre sus esfuerzos recientes se incluye una carta abierta de la Presidenta del CIE, la Dra. Pamela Cipriano, en la que insta a los líderes del G20 a abordar esta crisis cada vez mayor. La Declaración de los Ministros de Salud del G20 de 2024 reflejó los llamamientos del CIE a la acción, reconociendo la necesidad de «mitigar cualquier efecto negativo y aplicar estrategias para gestionar mejor la migración del personal de salud, apoyando y salvaguardando a los países con las necesidades de personal más acuciantes».
A medida que avanzamos hacia 2025, el CIE seguirá dando prioridad a las acciones de abogacía de esta cuestión. La OMS tiene previsto presentar la última ronda de informes sobre la aplicación del Código Mundial en la 78ª Asamblea Mundial de la Salud, que se celebrará en mayo de 2025, y este año también se publicará un nuevo Informe de la OMS sobre el estado mundial de la enfermería (SOWN), una importante oportunidad para analizar los datos sobre los recursos humanos de enfermería en el mundo y los patrones de migración junto con las necesidades sanitarias de las poblaciones.
El Sr. Catton afirmó:
«2025 es un año crítico para la enfermería y la política sanitaria mundial. Tenemos que asegurarnos de que SOWN y las próximas Orientaciones estratégicas mundiales para la enfermería y la partería reflejen con precisión las complejas realidades de los países en desarrollo como Ghana, que se enfrentan simultáneamente a la escasez de profesionales de enfermería y al desempleo de del personal y utilizar estos datos para introducir cambios urgentes en los sistemas de salud del mundo». El año 2025 marca el inicio de la cuenta atrás de cinco años para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas en la meta de 2030, y la contratación desenfrenada y poco ética del personal de enfermería nos está alejando aún más del cumplimiento de nuestro compromiso mundial compartido con la atención sanitaria universal. Ahora es el momento de que los líderes del mundo tomen medidas audaces y decisivas para desarrollar infraestructuras sanitarias verdaderamente resilientes y equitativas y dejen de agotar al personal de enfermería en los países más vulnerables del mundo.»
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