Las enfermeras de la región de las Américas ponen de relieve los efectos de la COVID-19 en las comunidades minoritarias y los trabajadores sanitarios en el Congreso virtual del CIE
El tema del Congreso del Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) es "Enfermería por el Mundo" y, además de a través de una serie de ponentes internacionales, también se refleja en las sesiones regionales que se celebran cada día.
Hoy, el viaje por el mundo ha visitado las Américas con una serie de vídeos y entrevistas de enfermeras líderes a nivel regional.
La sesión ha comenzado en América del Norte reconociendo el dolor y la angustia que la COVID-19 ha provocado en la región y poniendo de manifiesto cómo determinados grupos de personas, en particular las poblaciones indígenas, las comunidades de color, los pobres y los trabajadores sanitarios, han sido quienes más han sufrido.
En un videomensaje el Honorable Murray Sinclair, ex Presidente de la Comisión para la Paz y la Reconciliación de Canadá, ha comentado la importancia de reconocer que las poblaciones indígenas han sufrido grandes injusticias y que se pueden extraer muchas lecciones al respecto, cuanto menos en materia de salud y bienestar.
La enfermera canadiense Michelle Danda ha afirmado que las enfermeras tienen la obligación de iniciar conversaciones sobre el racismo: "Como estamos en primera línea, somos los profesionales clínicos que prestamos cuidados directos, somos quienes estamos con las personas en crisis. En Canadá tenemos enfermeras provenientes del extranjero y hemos de pronunciarnos al respecto, no podemos permanecer en silencio o esperar a que otros asuman el liderazgo. Tenemos que comenzar a notar cuándo nuestros colegas están siendo objeto de discriminación racial. Hemos de empezar a mantener conversaciones sobre cómo hacer las cosas mejor y ser más justos desde el punto de vista social".
Las enfermeras de América Latina y el Caribe han hablado de la necesidad de una mejor estrategia general para poder prestar mejor atención de salud a las personas a las que atienden y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Han comentado las amplias diferencias en la ratio de enfermeras por número de habitantes en la región y la necesidad de que los gobiernos inviertan en formación de enfermería y mejoren las condiciones de trabajo de las enfermeras. Asimismo, han afirmado que es fundamental la incorporación de enfermeras a la toma de decisiones sobre políticas de salud por parte de los gobiernos y el desarrollo de más enfermeras líderes.
Entre los problemas destacados en la región de las Américas durante la pandemia se encuentra la escasez de vacunas y la falta de inversiones en los sistemas sanitarios. Los términos y condiciones laborales han empeorado en algunos países y se ha contratado como enfermeras a personas sin capacitación profesional. Las enfermeras han tenido horarios de trabajo más largos que antes de la pandemia y ha habido escasez de equipamiento crucial, en particular equipos de protección individual.
Se han presentado una serie de estudios de casos de enfermeras en las Américas mostrando su adaptación a la pandemia, a menudo porque la situación cambiante no les ha dejado otra alternativa. Han mostrado hasta qué punto pueden ser flexibles las enfermeras para garantizar que los pacientes reciben los cuidados que necesitan. También han puesto de relieve las presiones a las que se han visto sometidas puesto que muchas enfermeras han enfermado a causa del virus y otras han perdido a seres queridos.
Ann-Marie Bridgewater de Antigua y Barbuda ha señalado que su mayor reto durante la pandemia había sido ayudar a su equipo con sus temores y ansiedades mientras lidiaban con pacientes afectados por la COVID-19. La Sra. Bridgewater ha declarado: "He tenido que echar mano de todo lo que había aprendido en la facultad de enfermería y en mi capacitación sobre gestión para dirigir a las fuerzas a la acción. Con el paso del tiempo, creo que la enfermería cambiará significativamente en cuanto a su enfoque sobre el uso de equipos de protección individual y la seguridad".
Una enfermera del departamento de emergencias, Jennifer Gil, ha resumido la situación actual afirmando: "Las enfermeras son los ojos, los oídos y el corazón de la atención sanitaria. La pandemia de COVID-19 ha instado a nuestra nación y a otras en el mundo a invertir de nuevo en nuestro personal de enfermería y partería. La enfermería es diferente a cualquier otra profesión y ahora el mundo ha sido testigo de lo que nosotros ya sabíamos desde el principio: las enfermeras han de ser valoradas, protegidas y priorizadas para prestar atención de salud de alta calidad y lograr la equidad en salud en todo el mundo".
Para acceder a las grabaciones de la sesión regional de las Américas y el resto del Congreso del CIE, visite: https://congress2021.icnevents.online/
Descargar del comunicado aquí