De David Stewart, Director Asociado (Consultor), Políticas de Enfermería y Salud
Anuncio con profunda tristeza el fallecimiento de la Profesora Kristine Gebbie. Kristine trabajó con el Consejo Internacional de Enfermeras en calidad de consultora en estos últimos años. Apoyó nuestro trabajo principalmente en materia de gestión de catástrofes y formación basada en competencias. Muchos quizá recuerden su presentación sobre enfermería de catástrofes en el Congreso del CIE en Singapur en 2019.
Estoy orgulloso de haber tenido el honor de trabajar de cerca con Kristine, sin lugar a dudas una enfermera y directiva de salud publica de fama internacional. A la larga, será recordada como una destacada líder de enfermería que transformó la profesión.
Kristina era tanto amiga como mentora. Su lema "¿Quién dice que no podemos hacer eso?", que afirmaba y aplicaba con frecuencia, seguirá resonando en mis oídos. Lo que me impresionaba de ella era la amplitud de su conocimiento y sabiduría junto con su capacidad de expresarlo sucintamente para lograr cambios. A menudo decía "Las palabras son importantes. Sed claros y concisos porque necesitamos que los demás entiendan las cosas".
Y así quedó reflejado en las Competencias Centrales para la Enfermería de Catástrofes que ella misma lideró. Dicho documento fundamental lo utilizan proveedores de formación, investigadores y sistemas de salud en todo el mundo para preparar a las enfermeras en materia de gestión de catástrofes. Kristine también asesoró sobre el Global competency framework for universal health coverage (Marco global de competencias para la cobertura sanitaria universal) de la Organización Mundial de la Salud publicado recientemente.
Kristine nació en Iowa, EE.UU. Dirigió numerosos grados en enfermería y ciencias, en particular un Máster en Enfermería y un Doctorado en Salud Pública. Si bien ocupó numerosos cargos académicos, Kristine era conocida sobre todo por ser la primera Coordinadora de Políticas sobre el SIDA en la Casa Blanca, conocida como la "Czar (responsable de alto nivel) del SIDA". Fue audaz al pedir la reforma sanitaria, la mejora del acceso a los cuidados, el abordaje de los determinantes sociales de la salud y la movilización del personal de enfermería y sanitario para cuidar de grupos de población vulnerables. Antes de ocupar este puesto, fue Directora de Salud Pública en los estados de Oregón y Washington.
Seguidamente, Kristine se sintió inspirada para preparar a enfermeras y otros profesionales de la salud para situaciones de catástrofe tras haber liderado la respuesta a una serie de emergencias y desastres como erupciones volcánicas y episodios de bioterrorismo con ántrax. Trabajó con profesionales en los niveles federal, estatal y local en varias profesiones para elaborar directrices sobre planes de preparación práctica para emergencias dirigidos a organismos de salud pública, clínicas y responsables médicos. También diseñó cursos breves sobre preparación para emergencias para todos los niveles de profesionales de la salud. Poco antes de la tragedia del 11S, acababa de terminar de realizar un curso de formación en catástrofes para enfermeras.
También prestó servicio como Profesora de Enfermería en la Facultad de Enfermería de Columbia, Decana Joan Hansen Grabe en la Facultad de Enfermería Hunter-Bellevue de la Universidad Hunter, en la Ciudad Universitaria de Nueva York, y Profesora de Enfermería en la Universidad Flinders, Adelaida, Australia.
Sus aportaciones han sido ampliamente reconocidas por numerosas entidades como la Academia Nacional de Medicina, la Academia Americana de Enfermería, la Academia de Medicina de Nueva York y la Universidad Flinders de Australia. La Universidad de California, Los Ángeles, galardonó a la Profesora Gebbie con uno de sus Premios Nurse 21 por su inspiración para transformar la profesión de enfermería y concienciar sobre el valioso papel de las enfermeras en la atención de salud en el siglo XXI.
Kristine era inmensamente práctica y orientada a la acción. Siempre quería conocer personas y compartir e inspirar nuevas ideas. Será recordada como una líder inspiradora, no solo por ser la más inteligente de la sala (que lo era) sino porque se tomaba el tiempo de escucharte, charlar y reunirse contigo. Promovía y reconocía desinteresadamente la contribución de los demás.
Hoy recordamos y lamentamos la pérdida de una querida profesora, investigadora, mentora, líder, colega y amiga.
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