Estas directrices sirven de marco unificador informando y apoyando a las partes interesadas, en particular a los ciudadanos, los gobiernos, los profesionales de la salud, los responsables políticos y los docentes, en la comprensión y aplicación de las mejores prácticas en enfermería de salud mental. Abogan por el desarrollo de políticas sólidas, planes estratégicos y marcos educativos que faciliten cuidados coherentes y de alta calidad, además de investigación innovadora en enfermería de salud mental en todo el mundo.
El objetivo principal de las directrices es armonizar las prácticas de enfermería de salud mental en todos los países garantizando coherencia y claridad en la formación, reconocimiento y ejercicio profesional de las enfermeras en este ámbito. Ofrecen una base estratégica para el desarrollo de políticas, planes, marcos y estrategias que apoyen a las enfermeras de salud mental y aborden las necesidades integrales de las personas, grupos y comunidades que padecen afecciones en este campo.